Hace tiempo me pidieron un boceto para pintar una pared, fue la niña con coletas en la luna pescando estrellas.
Se modificó por la bebé dormida en la luna y así llegó a materializarse en la pared.
Lo que no sabía yo, es que la niña pescadora de estrellas, iba a generar tantas emociones y gustar tanto tanto tanto que terminaría igualmente inmortalizada en la pared.
Cambalaches de conversación whatsappera, hicieron que este dibujo tuviera nombre propio, y pasó a llamarse "Marieta Coletas".
Mi hermana mayor desde que la vió, se quedó prendada. Mucho más aun, cuando subí al blog la imagen con una dedicatoria tan especial para ella. Algo tenía que hacer para hacérsela llegar de forma tangible, de manera que ha pasado por el proceso poco romántico de transformación, de imagen digital a formato físico, taller de enmarcado y posterior envoltorio. :)
A través de "mis queridos intermediarios" en el aeropuerto (se aprovecha la oportunidad de uno que va u otro que viene), le hago llegar el precioso regalo y ella, mi hermana mayor, espera pacientemente a mi llegada en navidad para abrirlo conmigo. Me quedo sin palabras para describir ese mágico momento de apertura, de lectura en voz alta de la dedicatoria y del abrazo agradecido… me quedo sin palabras igual que ella se quedará sin nombres para tantos y tantos bebés que nacen entre sus manos.
Marieta Coletas seguirá soñadora y soñando, y así llegó a su destino, a su hogar, a su pared y sigue pescando estrellas.
Y así Marieta Coletas llegó a su destino, a su hogar, a su pared y sigue pescando estrellas. |
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